La mosca blanca es una de los insectos más presentes en cultivos agrarios y jardines, pues ataca tanto a plantas ornamentales como a verduras y hortalizas.

Como en la mayoría de plagas de insectos chupadores, las moscas blancas suelen situarse en el envés de las hojas pues es la zona más porosa y con mejor acceso a la savia. En algunas ocasiones, también pueden situarse en el tallo de la planta.

Algunos de los síntomas que pueden revelar una plaga de mosca blanca son:

  • Aparición de puntos más claros que el color habitual en las hojas.
  • Hojas secas y amarillentas.
  • Aparición de melaza sobre las hojas.
  • Parón en el desarrollo de los cultivos.
  • Pérdida de frutos.

Otra forma de comprobar si existe plaga es agitando levemente las plantas o árboles de forma que las moscas salgan revoloteando. Ante cualquiera de estos síntomas, debemos actuar inmediatamente para evitar la proliferación de la plaga en toda la plantación o jardín.

Como hacemos ante cualquier plaga, mezclaríamos 3-4 gramos de Ecodiatomea micronizada por cada litro de agua. Es importante no olvidarnos de diluir bien e ir removiendo el agua cada cierto tiempo. Esto no solo actuará como insecticida natural, si no que también protegerá de los rayos solares y fertilizará nuestras plantas y cultivos gracias a los minerales y oligoelementos esenciales que contiene.

En este caso en concreto, recomendamos además limpiar bien la melaza que puedan haber generado las moscas blancas ya que puede atraer otros insectos no deseados como hormigas y algunos hongos.

Como medida preventiva recomendamos aplicarlo cada 15 días. Sin embargo, si la plaga ya se ha producido, aplicaremos durante unos días procurando cubrir bien las zonas más afectadas, prestando especial atención al envés de las hojas y los tallos.